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Ventas y éxito de los clientes

Descubre los distintos tipos de mercado para triunfar con tu marketing

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Claro está que toda empresa tiene entre sus objetivos generar ingresos que, más allá de cubrir sus gastos mensuales, permitan la reinversión y mejora continua de los procesos que allí se dan. Sin embargo, es clave entender que para alcanzar estas metas es necesario conocer quién es tu mercado potencial y los tipos de mercado que existen.

Es decir, quiénes, entre los millones de habitantes que hay, tienen la necesidad de adquirir aquello que tu ofreces.

En este artículo te guiamos por la definición de mercado y sus diferentes tipos, todo con la idea de que tengas las bases necesarias para empezar a definir quiénes son tus compradores potenciales, información clave para el desarrollo de estrategias de marketing eficientes y con un alto retorno de la inversión.

Recuerda que, en marketing, la clave del éxito está en conocer muy bien a tu audiencia. Considera este el primer paso.

¿Qué es una tipología de mercado?

Si bien la definición exacta de mercado varía según los diferentes autores especialistas en temas económicos y de marketing, a efectos de este artículo podemos entenderlo como el conjunto de clientes potenciales de los productos y/o servicios que ofrece una empresa, entendiendo su proceso de compra.

La tipología de mercado establece los diferentes tipos de mercado que hay

Partiendo de allí, y en vista de la gran variedad de variables que forman parte de él, se crearon diferentes formas en las que puede ser calificado. Este concepto, conocido como tipología de mercado, básicamente lo que hace es analizar las diferentes variables como el producto, competencia, ámbito geográfico y comprador.

Tipos de mercado

Veamos, pues cuáles son esos diferentes tipos de mercados y en qué se diferencia uno de otro.

Según el producto

Esta primera tipología viene dada según el origen y características de los bienes que ofrecen las empresas a sus compradores.

En ella podemos conseguir el mercado de bienes perecederos, que tal y como su nombre indica, son los clientes potenciales de bienes que dejan de ser útiles en un plazo corto de tiempo (claros ejemplos de ellos son las medicinas y alimentos).

También destaca el mercado de bienes duraderos, que se refiere a aquellas personas que buscan adquirir productos que toleran ser usados por largos períodos, tal y como los electrodomésticos o los vehículos.

Tipos de mercado según el origen del producto

Por otro lado encontramos el mercado de bienes industriales y el mercado de servicios. El primero hace referencia a los bienes que se adquieren para dar continuidad a los procesos productivos de otras empresas (por ejemplo la materia prima).

El mercado de servicios se centra en los bienes de naturaleza intangible y que son, en cierta forma, prestados: el transporte, la sanidad, las telecomunicaciones.

Según la competencia

En este caso los mercados se diferencian por la cantidad de empresas que producen un mismo bien. Aquí nos topamos con tres diferentes tipos de mercados. El primero de ellos es el mercado de competencia perfecta, y es el que se da cuando existen un número ilimitado de negocios que ofrecen un mismo producto o servicio.

La competencia imperfecta es uno de los tipos de mercado que predomina en nuestra sociedad

Le sigue el mercado de competencia imperfecta que ocurre cuando la competencia no es del todo justa, es decir, aquellas situaciones en las que existe un gran número de empresas oferentes de un mismo bien o servicio, pero una de ellas logra posicionarse sobre las demás, dándose entonces una especie de monopolio.

Por último, tenemos el mercado de monopolio puro que, a diferencia de los casos contrarios, se da cuando una empresa u organización en particular es la única que fabrica un producto o servicio determinado. Es decir, tiene el dominio absoluto sobre los demandantes de ese bien.

La competencia es una de las cinco fuerzas de Porter para obtener una ventaja competitiva.

Según el ámbito geográfico

Esta tipología viene dada según la extensión geográfica que abarca el mercado dentro de la sociedad. Como puedes imaginar va desde lo más focalizado hasta lo más extenso abarcando prácticamente el territorio global.

Empezamos revisando el mercado local, regional y el nacional:

El mercado local

Hace referencia justamente al que abarca el área más reducida, pues se centra en los negocios o locales que se encuentran en un áreas específicas. Algunos de los ejemplos de este tipo de mercado son las pequeñas farmacias o abastos que consigues en las cercanías a tu casa u oficina.

El mercado regional:

Con un área un poco más extensa y que incluye varias zonas dentro de un país sin tener que llegar a cubrir todo el territorio nacional. Por ejemplo, podríamos conseguir un negocio que tenga sedes únicamente en Andalucía o Catalunya.

Es importante tomar en cuenta que se pueden dar mercados regionales ampliados, es decir, aquellos que incluyen zonas muy específicas, aun si esto se expande hacia otros países. Tal es el caso de mercados que abarquen Norte, Centro o Sur América.

El mercado nacional:

En una escala un poco más grande, abarca todos los negocios que se dan dentro de un país. Aquí podríamos conseguir una franquicia de comida local, tiendas por departamento, entre otros.

Los factores para diferenciar los mercados por área geográfica son el tamaño del área en que se ubican.

Y en una escala mayor tenemos el mercado internacional y el global. El internacional se da cuando una empresa tiene negocios en diferentes países. Claros ejemplos son las empresas multinacionales o trasnacionales. Mientras que el global es cuando una empresa tiene operaciones prácticamente en el mundo entero.

La tecnología y la globalización están acelerando este proceso, y vemos cada vez más negocios sumándose a esta categoría y agrandando su mercado de consumidores.

Según el comprador

La cuarta tipología de mercado viene dada según las características principales de los compradores o consumidores de los bienes y servicios. En este caso se dan 4 principales mercados.

El mercado de consumidores podría ser uno de los que más conocemos, y al que la mayoría de nosotros pertenece, pues se da cuando se adquiere un producto o servicio para satisfacer una necesidad. Por ejemplo, cuando vamos al súper a hacer las compras de comida para la casa.

Los mercados según el comprador varían dependiendo de quién sea quien realiza la compra

Luego tenemos el mercado industrial que básicamente ocurre cuando las empresas recurren a otras para adquirir los productos o servicios necesarios para mantener su operación. Un claro ejemplo de este tipo de mercado es cuando una empresa de computadoras compra a otra las tarjetas de video y memoria para armar los equipos.

El tercer tipo de mercado es el de los revendedores, este es un caso particular pues se da cuando una empresa compra bienes con la intención de revenderlos a terceros. Los ejemplos aquí abundan: supermercados, farmacias, tiendas por departamento, etc.

Por último está el mercado institucional. Este es un mercado que se forma gracias a las empresas del sector público y los servicios que allí se ofrecen.

Importancia de conocer el tipo de mercado al cual te diriges

Viendo entonces que existe una gran variedad de mercados, es importante que toda persona dentro del equipo de marketing de tu negocio entienda a cuál pertenecen y cuáles son sus características principales.

Cada mercado se rige según una serie de factores que van a tener impacto directo en la manera en que actúan los consumidores.

En este mismo sentido, el estudio de mercado es una excelente manera para que todo el equipo gerencial tenga un panorama más claro del medio en el que se están moviendo.

Por ejemplo, los resultados sobre la revisión del mercado en sí va a permitirles entender si es un territorio dominado por empresas locales, nacionales o internacionales, y si es un terreno volátil o está más bien estancado.

Además, también brindarán información sobre qué tanta demanda tienen sobre los bienes o servicios que produces, qué tanta oferta hay en un territorio determinado y si están apareciendo nuevos productos o si hay nuevas tecnologías que pudieran afectarles.

De igual forma, invertir tiempo en hacer un análisis de mercado te va a ayudar a conocer a ciencia cierta cuáles son las opiniones de tus clientes, cuáles son sus características determinadas, sus intereses, las metas que se proponen lograr y los obstáculos que tienen.

Y por último, es una forma de hacer un análisis sobre la competencia y qué están haciendo en el territorio en el que quieres posicionarte.

En el caso de mercadeo, hay que prestar especial importancia a los datos que obtengas sobre tus clientes potenciales y sobre la competencia, pues de allí vas a empezar a diseñar campañas orientadas a atraerlos a conocer más sobre tu marca y las opciones que tienes en los anaqueles.

¡Potencia tu marketing conociendo estos criterios!

Ahora, solo queda que tu equipo dedique las horas necesarias para hacer el estudio de mercado y poner en blanco y negro cuáles son las principales características que los definen. Solo así podrás tener una mejor idea de qué tipo de campañas y promociones van a tener una mejor acogida entre tus clientes potenciales.

Así podrás definir las acciones necesarias para acercarte a ellos de la manera más eficiente.

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